AGRUPACION FOLKLORICA TACOREMI CARRIZAL
  LANZAROTE
 
 
 
Los Buches de Arrecife.  
Como ‘Buches’ se conocen a los hombres que por el carnaval de Arrecife se disfrazan con las ropas que hoy en día se llaman ‘típicas’ portando en las manos unas vejigas de pescado hinchadas con las que dan golpes a los que se encuentran.


Estas vejigas son en verdad buches (de ahí su nombre) o estómagos de pescado. Las fuentes orales nos informan de que a principios del siglo XX los Buches salían a la calle sólo el domingo, lunes y martes de carnaval, quedando fuera de sus salidas el miércoles de ceniza y el domingo de piñata(i. 1).

Aunque conocemos que esta tradición viene de viejo, es René Verneau, quien nos proporciona los datos más antiguos conocidos sobre esta celebración, pues afortunadamente la visita que realizó a Lanzarote sobre 1880 coincide con la fiesta del carnaval. Cuando este autor describe a las máscaras de Arrecife, apunta: “El vestuario que usa estas mascaradas es el de los campesinos, que ya solamente llevan unos pocos viejos. Una careta de cartón completa el atavío” (6, pág. 123)

En 1904-05, sólo veinticinco años después de la visita de Verneau, pasan por Arrecife Proust y Pitard coincidiendo con el carnaval, aportándonos muchos más datos sobre esta celebración y destacando que en ella participan tanto los ricos como los pobres (nota 1): “Uno de los viticultores más importantes de la isla irá magníficamente vestido con un chaleco arlequinesco de terciopelo, un pantalón blanco recargado de encajes, y tocado con un gorro adornado con cintas multicolores... el marido se contenta con ponerse el traje típico de los antiguos canarios: sandalias de cuero, bastas polainas, pantalón ancho de tela blanca, chaleco sin mangas y sombrero de color chillón. Todos ocultan la cara cuidadosamente; los ricos debajo de una careta de crin, para que les dure tres días sin que el sudor la haga papilla, los más pobres debajo de una capa de yeso o de hollín.”(4, pág. 409).


 Ilustración: Buches de Arrecife en el carnaval de 1998. Sobre la base del traje tradicional de Lanzarote del periodo XVIII-XIX se incluyen todos los elementos distintivos del Buche de carnaval: buche, careta de red, destacado pañuelo de hombros con una flor al pecho, pañuelo de cabeza, cintas en la montera y guantes blancos(i. 48).
El hecho de que la gente de Arrecife utilizara para disfrazarse el traje de los antiguos campesinos viene a constituir como una especie de transgresión cultural o de inversión simbólica (2, pág. 482) en la que el ciudadano, presumiblemente culto y civilizado, se transforma en un ‘maúro’ o ‘campurrio’, que es como se llama en Arrecife al campesino inculto y tosco en modales. Precisamente, conocemos que muchas de las familias de mejor posición social del Arrecife de principios del siglo XX tenían su ‘traje de campo’ para vestirse ‘de Buche’ en el carnaval(i. 2)(i. 3).

Asimismo, es posible que la citada transgresión tenga también algún carácter gremial, ya que eran precisamente los marineros de Arrecife, que en aquellos momentos gozaba de una importante flota pesquera, los que con más arraigo y fervor vivían esta tradición disfrazándose del oficio opuesto al suyo por antonomasia, es decir de campesinos.

En este sentido, nos parece que el hecho de ridiculizarse disfrazándose con los trajes de los viejos del campo es una costumbre carnavalesca muy arraigada en Arrecife, ya que en los mismos carnavales actuales son numerosas las personas que optan por vestirse de ‘vieja’ o de ‘viejo’ usando para ello los trajes tradicionales que todavía usan algunos campesinos de Lanzarote ya mayores (5, pág. 20). El disfraz que utilizaban los Buches era el vestido tradicional masculino del campesino de Lanzarote propio del siglo XVIII y buena parte del XIX. El mismo hecho de usar como disfraz el ‘traje de campo’ puede aportar una importante pista sobre el inicio de los Buches o, en todo caso, del momento en que empiezan a utilizar su tradicional disfraz. Es de suponer que una indumentaria tradicional y habitual no se utilizara como disfraz hasta que ésta sólo se usara de forma marginal, cosa que no ocurriría hasta aproximadamente mediados-finales del siglo XIX (nota 2).

Suponemos que por estas fechas debe rondar el origen del uso de este disfraz por parte de los Buches, que puede estar en relación o no con la propia aparición de la tradición de los Buches. Apoyando esta hipótesis, nos parece significativo el hecho de que Álvarez Rixo no haya aportado ningún dato sobre esta peculiar y populosa tradición en su completa obra dedicada a Arrecife escrita en las primeras décadas del siglo XIX (1). Cuando las fuentes orales nos informan de cómo se vestían los Buches de principios del siglo XX indican que se vestían ‘de campo’(i. 3)(i. 4), es decir con los trajes que años atrás utilizaban los campesinos de Lanzarote. Este hecho constituyó también, ya bien entrado el siglo XX, una de las principales fuentes de información a partir de la cual poder rescatar y configurar el vestido masculino que acabó llamándose ‘traje típico de Lanzarote’. Si bien podríamos abordar otros muchos aspectos de notable interés sobre esta rica y antigua tradición de los Buches (nota 3), la brevedad de los artículos de la revista nos imposibilita extendernos más en este asunto. De cualquier forma, pueden hacerme las consultas que estimen a través de la ventana
 
 
   
 
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