Como ejemplo relevante nos dirigimos al antiguo testamento, al Profeta Jonás, capítulo 3, Versículo, I-8:
Y habló el señor por segunda vez a Jonás, diciéndole:
- Anda y vé a Nínive, ciudad grande, y predica en ella aquello que yo te digo.
Marchó Jonás y se dirigió a Nínive, según la orden del Señor.
Era Nínive una ciudad grandísima, que tenía tres días de camino en circuito.
Y comenzó Jonás a recorrer la ciudad, y anduvo por ella un día clamando y diciendo: de aquí a cuarenta días Nínive será destruida.
Y creyeron los Ninivitas en la palabra de Dios, y publicaron el ayuno, y vistieronse todos, chicos y grandes, de saco o silicio.
Y llegó la noticia al Rey de Nínive, y se levantó del trono, y despojándose de sus regias vestiduras, vistiese de saco, y sentándose sobre la ceniza.
En seguida se publico en Nínive una orden del Rey y de sus principales magnates que decía: ni hombres ni bestias, nada coman: no salgan a pacer ni a beber los bueyes ni ganados: hombres y bestias cúbranse con sacos y arreos de luto; y clamen aquello con todo ahínco al Señor, convirtiéndose cada uno de su mala vida de su mala vida he inicuo proceder. (Y el Señor Dios los perdonó).
En las recreaciones que se realizan en la actualidad de la vestimenta tradicional están reflejados dentro de los trajes de campesino de finales de siglo XIX y principios del siglo XX los hábitos penitenciales ya que forman parte del costumbrismo social de la época, cuya vestimenta junto con otras de diferentes siglos conforman el amplio abanico de indumentarias utilizadas por grupos de música y danza tradicional del archipiélago canario.
La vestimenta de cada hábito tiene variantes en particular según el caso, en particular como por ejemplo: El símbolo o insignia que junto con el color lo ha de conformar.
HÁBITO DE LA VIRGEN DE CANDELARIA: es de color amarillo oro con distintivo de cinta de seda de unos cinco centímetros de ancho que se sujeta alrededor de la cintura con nudo por delante dejando caer los dos extremos que cuelgan sobre la falda.
HÁBITO DE LA VIRGEN DE DOLORES es de color negro, se compone de falda y chaqueta con un distintivo de un pequeño puñal de plata que lleva prendido en la solapa.
HÁBITO DE LA VIRGEN DEL CARMEN traje de color canelo en la falda, con blusa color beige; distintivo el escapulario de la propia Virgen que se suele llevar colgado por el cuello o prendido sobre el pecho.
HÁBITO DE LA VIRGEN DE LA CONCEPCION de color azul cielo con modelo juvenil y distintivo de una medalla de la Virgen con un lazo sobre el pecho y una cinta de color azul que da vuelta a la cintura con nudo por delante, dejando caer los dos extremos sobre la falda.
HÁBITO DE SANTA LUCIA: de color rojo en su conjunto con una cinta de seda de color verde alrededor de la cintura con nudo por delante y colgando los extremos por delante. Esta Santa es patrona de los invidentes y abogada de las personas que padecen enfermedades de los ojos.
HÁBITO DE SANTA RITA DE CASIA: de color negro en su conjunto con pechera a modo de cuello ancho, como cíngulo se sujeta a la cintura con una correa de cuero negra que cuelga un extremo por delante llevando una insignia en forma de espina que va sujeta a la correa. Es abogada de los imposibles por lo que acuden a la Santa para conseguir el éxito en algún grave problema.
HÁBITO DE SAN ANTONIO DE PADUA: de color marrón la falda y la blusa de beige con insignia de un cordón blanco que da vuelta a la cintura con nudo corredizo formando un nudo en cada uno de los extremos ha de llevar dos nudos para conformar los cinco nudos franciscanos. El con seguidor de los novios a las mozas casaderas. En Portugal: es el patrón de las cosas perdidas y difíciles de conseguir. Dice una copla popular: San Antonio vendito, ramo de flores, dale un novio, a mi hija, que no tiene amores…
HÁBITO DEL GRAN PODER DE DIOS O NAZARENO: traje de color morado en su conjunto de falda y chaqueta y el Nazareno en color granate con las mismas características. El distintivo es un cordón de seda oro viejo. Comienza en el cuello a modo de corbata, el primer nudo se hace sobre el pecho bajando a la cintura rodeándola con un nudo como si fuera un cíngulo, dejando colgar los extremos que llevan dos nudos en cada uno de ellos que descansan sobre la falda. Pero si este hábito es para vestirlo un hombre comienza en el cuello igual que en el de la mujer solo que los extremos se introducen en el bolsillo del pantalón. La camisa a de guardar los mismos colores: morado o granate.
SEGÚN COSTUMBRE ANTIGUA: Las señoras mayores preparaban con antelación un hábito de su devoción para que le sirviera de mortaja para que la vistieran en su último viaje al encuentro del Señor.